El cobre le da elasticidad a los tejidos humanos (igual que en las plantas) debido a la enzima lisil oxidasa, la cual actúa junto con el colágeno y la elastina en el tejido conectivo. El cobre es necesario en la formación de las células rojas de la sangre, el metabolismo de la proteína, la producción del RNA, la actividad de las enzimas, el color del cabello y la piel, la producción de colágeno en todos los tejidos conectivos (piel, articulaciones, arterias, venas), la salud del sistema nervioso y las funciones neuronales en los procesos del pensamiento.